En el caso de las empresas, ¿hacia dónde se inclina la balanza? Pues el tiempo ha demostrado que en las compañías esta simbiosis puede funcionar perfectamente. En los equipos, las similitudes y las debilidades se complementan y enriquecen el trabajo. Además de ello, las fortalezas de unos compensan las debilidades de otros y esto es necesario para que la relación laboral fluya en la misma dirección. Así se logra que la compañía no solo sea productiva, sino también rentable.Sin embargo, las compañías no pueden quedarse de brazos cruzados, deben buscar mecanismos para lograr el crecimiento y garantizar la rentabilidad. Ciertamente no es tarea fácil, pero tampoco imposible. Es necesario, si aún no lo han considerado, trazar estrategias de crecimiento sostenibles en el tiempo.
Esta meca tecnológica y emprendedora, que a partir de la década de los ochenta se convirtió en el polo “techie” con mayor impacto internacional, es uno de los clústeres empresariales más populares y relevantes en el ámbito mundial. Ha sido descrito como un ecosistema de innovación constante, con actitudes y valores bien definidos, compuesto por compañías complementarias e interdependientes.