Ser más productivas, más competitivas no es algo que las empresas logran de la noche a la mañana. Se trata de un proceso en el que interviene un conjunto de factores, entre ellos financieros, técnicos y humanos. Y es sobre este último aspecto al que me quiero referir.

Efectivamente, se requiere de un gran esfuerzo y compromiso por parte de todo el personal para alcanzar los objetivos que se ha trazado una compañía en cuanto a ser más eficiente y eficaz. Y en este caso son los empleados quienes llevan a cabo las tareas necesarias.

No hay dudas de que el capital humano es un activo valioso para la empresa. Así que para alcanzar los mejores resultados laborales y profesionales es necesario que se sienta cómodo y valorado. En este sentido, la gestión del talento humano juega un papel clave y eso se evidencia, además, en los cambios que ha experimentado esta área a lo largo de los años.

En otros tiempos lo departamentos de Recursos Humanos desempeñaban funciones muy específicas, como contrataciones, manejo de nóminas y beneficios, pero ahora su alcance es mayor: es donde se establecen métodos y estrategias para que cada empleado se sienta motivado y dé rienda suelta a su talento.

Por lo tanto, conocer el capital humano con el que se cuenta es tan importante como capacitarlo, adiestrarlo y administrarlo. Hoy en día las empresas están claras de la importancia de contratar personal no solamente por su experiencia, sino también por su potencial, para proporcionarle la formación apropiada e implementar programas para abordar el desarrollo y rendimiento de sus habilidades.

La Gestión Humana ha llegado a ser reconocida como una parte inherente de la administración. En las empresas se ha convertido en un apoyo gerencial muy importante para el manejo de las relaciones laborales, el fomento de un buen clima laboral y el fortalecimiento de la cultura organizacional.

Se trata de una visión integral con el fin de promover los objetivos de la compañía, dotarla de empleados calificados y motivados, identificar y satisfacer las necesidades del personal, garantizar la eficacia y el máximo desarrollo del talento humano, inculcar la colaboración y el trabajo en equipo, reconocer las áreas que se pueden mejorar y prevenir escenarios adversos para la empresa.

Para mí, contar con un equipo de empleados calificados y motivados es vital para el éxito de cualquier compañía, más en las circunstancias actuales.

Al final la ecuación se traduce, aunque pueda parecer simplista, en: trabajadores reconocidos + clima laboral agradable = incremento de la productividad. Y sin una Gestión Humana efectiva y eficiente, ese resultado se hace cuesta arriba.

Fuente: Tal Cual